En el siguiente artículo, desde Metalúrgica del Penedés queremos explicar con todo tipo de detalles cómo es un depósito de fermentación de vino y porque tiene un papel esencial en el proceso de elaboración de vino.

Para que el jugo de la uva, o «mosto», se convierta en vino, debe fermentar. Este proceso se realiza mediante levaduras, niveles de oxígeno concretos y una temperatura adecuada. Por ello, contar con un recipiente correcto supone gran parte del éxito en el producto final.

Tradicionalmente, se ha tendido a utilizar materiales como la madera (de roble o de castaño) o el barro. En la actualidad, sin embargo, se emplean otros, como el acero inoxidable, otro tipo de metal o bien el propio cemento, cada uno con sus ventajas e inconvenientes. En Metalúrgica del Penedés contamos con un amplio surtido de depósitos de acero inoxidable de la mejor calidad para poder ofrecérselos a nuestros clientes.

cómo es un depósito de fermentación de vino

Tipos de depósitos de fermentación de vino

Si usted se está iniciando en el mundo del vino, muy probablemente se pregunte cómo es un depósito de fermentación de vino, qué características tiene o qué tipo es el más adecuado. En las siguientes líneas, encontrará la respuesta.

Depósitos de barro

Utilizados antiguamente, en la actualidad también existe una tendencia por recuperarlos, con el fin de conseguir vinos especiales. Sin embargo, al tratarse de un material realmente poroso, se debe revestir de una capa de resina, con la desventaja de que transmitía al vino sabores extra. Por tal motivo, hoy se usa pintura epoxídica.

Depósitos de madera

La madera constituye un material noble. Se utiliza exclusivamente el roble o el castaño, pero requieren una constante vigilancia, con el fin de que no se contamine el líquido. En el caso de la madera joven, los vinos adquieren una finura peculiar. Por su parte, el roble francés y americano dotan al líquido de aromas dulces. Así se consigue, de hecho, el tanino.

Depósitos de acero inoxidable: los que desde Metal·lúrgica del Penedés le recomendamos

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El acero es el material más utilizado en la actualidad. Constituye uno de los más apropiados y duraderos. De este modo, la temperatura se controla mucho mejor y su uso resulta esencial para conseguir vinos afrutados. La única pega estaría en su precio, más caro que otros materiales. No obstante, bien merece la pena invertir en depósitos de este tipo. Comprar un depósito de fermentación de vino de acero inoxidable es siempre una buena inversión.

Depósitos de hormigón o cemento

Requieren también de un revestimiento interno, pues, si no, el vino podría perforar el hormigón. Empezaron a proliferar a finales del siglo XIX, consiguiendo su estandarización en el XX. Su gran ventaja reside en que el cemento es una material muy aislante, a causa de las gruesas paredes. No obstante, ha de refrigerarse el interior durante el proceso de fermentación, para no dañar al vino.

Depósitos de metal o hierro

Como revestimiento interior, se suele recurrir a una pintura aislante, o bien a una resina epóxica, pues el óxido del hierro podría atacar al vino, causándole graves alteraciones. También ha de regularse la temperatura de forma adecuada, pues el hierro o el metal no consiguen el excelente aislamiento del acero inoxidable.

Depósitos de plástico

Estos depósitos se emplean más de modo amateur. El principal material es el polietileno, un plástico diseñado para el uso alimenticio. Además, admiten la incorporación de un filtro o un grifo, para una fácil extracción y limpieza del vino. También suelen venir con tapas de plástico, protegiendo el depósito de la visita intrusiva de insectos u otro tipo de suciedad.

¿Cómo es un depósito de fermentación de vino según su fondo y la parte superior?

Los depósitos también pueden dividirse, a su vez, en «de fondo plano» o «de fondo cónico». Los segundos propician el vaciado total del líquido. Se emplean, principalmente, en los casos en los que se desee evacuar de materias en la parte baja del depósito, con motivo de facilitar las tareas de limpieza.

En lo que respecta al área superior del depósito, esta puede llevar tapa neumática (también conocida como «siemprelleno») o tapa polvo. La primera presenta una altura variable, de modo que puede situarse al mismo nivel que el líquido contenido. Así, se evita la oxidación, que se produce al estar el vino en contacto con el aire. Algunos depósitos, además, incorporan una puerta inferior, lo que facilita el descube.

¿Cómo son los depósitos de fermentación de vino que podemos ofrecerle desde Metalúrgica del Penedès?

En Metalúrgica del Penedès disponemos tanto de depósitos como de diferente maquinaria para la preparación del vino. Así, para la fermentación del vino, contamos con tinas de acero inoxidable que pueden albergar desde los 3000 a los 25 000 litros. Mientras que, para el cuerpo, usamos Aisi 304, en la cúpula y virola empleamos Aisi 316.

Nuestros depósitos también cuentan con camisas de fermentación y refrigeración y se montan, principalmente, sobre pies, aunque se utiliza igualmente la base de hormigón. Por su parte, la cúpula interior se presenta en chapa, con un espesor de 2,5 milímetros. Se hallan igualmente soldados en tig, con protecciones de gas.Tampoco pueden faltar las sondas de temperatura, sacamuestras o tubos remontados.

En general, en Metalúrgica del Penedès, disponemos de equipos de recepción, selección, transporte y prensado. También contamos con bombas de trasiego, despalilladoras, tolvas o estrujadoras.

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No en vano, somos una empresa familiar especializada en maquinaria vinícola, fundada en 1943. Así, la familia Blanch siempre ha apoyado al sector vitivinícola, adaptándose continuamente a los últimos cambios tecnológicos, con el fin de alcanzar una correcta eficiencia y competitividad.

Le invitamos a adentrarse en nuestra web para encontrar el producto que mejor se adapte a sus necesidades. Si lo prefiere, escríbanos a metalurgica@metalurgicadelpenedes.com. o llámenos al +34 938 199 025.